Por Ángel Luengas, conferencista especialista en Inteligencia Emocional.

Aprender a hablar en público es una habilidad que la mayoría de los maestros de aula han tenido que desarrollar mediante la prueba y error,

sin embargo saber preparar un discurso es una herramienta fundamental para lograr captar la atención de los alumnos. 

En mi experiencia de 10 años impartiendo conferencias en escuelas y platicando con maestros de todo el país, todos hemos concordado con lo siguiente: Las maestras y maestros que más huella han dejado en nuestras vidas, son magníficos oradores. El camino para convertirte en lo que llamo un “orador decisivo” es largo, pero uno de los primeros pasos es saber cómo preparar un discurso. 

¿Cómo te gustaría ser recordado, como un buen maestro o como un excelente maestro que por él aprendí lo que sé? Tú tienes la respuesta. Te lo pregunto porque el saber preparar un discurso es una excelente herramienta para ser recordado como un maestro inspiracional. Veamos estos tres pasos para preparar un discurso.

1.- Tipo de público.

Es lo primero que tienes que conocer. Date cuenta que no es igual hablar frente a niños de primaria que de secundaria, o a padres de familia que a maestros de toda la zona escolar. Para cada uno debes escoger las palabras adecuadas. Ojo, el secreto de un buen maestro es que sabe cómo generar “química” entre él y su auditorio. ¿Tú sabes cómo provocar esa “química”?. 

El ejercicio principal es conocer a tus alumnos, qué los mueve, cuál es la broma de moda, que tipo de recursos (visuales, auditivos, kinestésicos, etc) conectan más con ellos.  

2.- Puntos más importantes de tu discurso

Otro tema importantísimo. Debes tener claro la importancia de lo que vas a exponer yendo desde la A hasta la Z, ahora sólo debes identificar cuál es el tema principal y después los temas secundarios. Cuando no tenemos claro cuál es la importancia de nuestro discurso nos dispersamos en temas sin importancia y el tiempo se nos viene encima y después queremos tratar rápidamente aspectos medulares y obviamente las cosas no resultan como esperábamos y nuestra imagen de maestros eficaces decae.

El ejercicio en este punto es tener muy claro puntos principales y enfocarte en darle todo el impacto a estos temas. Puedes apoyarte de notas, para que no divagues.

3.- Duración de tu intervención.

El último punto medular de una presentación eficaz del que hablaremos aquí es cuidar en todo momento que la presentación se ciña al tiempo acordado, ya que durante la misma surgen inconvenientes como la intervención de un padre de familia, la inconformidad de un compañero, las preguntas de un muchacho, el retraso de los asistentes etc. 

Entonces un buen maestro debe conocer técnicas eficaces para manejar cada situación que se le presente. Pregúntate si estás lo suficientemente preparado para controlar cada situación a modo que se cumpla el tiempo de tu presentación, y si no lo estás, prepárate. 

La preparación en la oratoria es la clave para ser un maestro de alto desempeño. El ejercicio en este punto es preparar una secuencia de tu clase y asignarle un tiempo específico a cada punto, deja unos 5 o hasta 10 minutos para intervenciones. 

Recuerda que para que haya un verdadero aprendizaje debes tomar acción. Una de las frases que manejo con mi alumnos de oratoria educativa es que tus alumnos te pueden perdonar todo menos que no muevas sus emociones.

Estos primeros 3 pasos son el comienzo en un camino que he llamado “Oratoria Decisiva”, si deseas conocer más acerca de cómo atraer la atención de tus alumnos y mejorar su rendimiento, además de cómo convertirte en un orador eficaz, mantente al pendiente del contenido que junto con Be comuni te vamos a compartir en sus diversas redes sociales.